sábado, 3 de julio de 2010

La literatura puede ser de las masas, no sólo de las masas finas


Cualquier acontecimiento puede convertirse en un relato atractivo. Una configuracion acertada de palabras, es un paliativo para nuestra hipertrófica necesidad de comunicacion. Todo lo que leemos, escuchamos, comentamos, nos enriquece realmente: ¿ No resulta harto placentero contar una anécdota entre pares, en silencio casi absoluto? ¿O cuando estamos en el trabajo y podemos expresar una idea con claridad?

Las palabras son como legos, podemos construir lo que sea, no es un juego, hay que saber elegir los mejores bloques.

Leer es la mejor manera de conseguir los mejores bloques. Un entrenamiento sano,sin embargo, escribir puede llegar a ser una adicción; querer hacerlo en cualquier momento del día. O una enfermedad; cualquier actividad que hagamos es influida por la escritura y ella es influida por cualquier actividad: impera sobre nuestra vida.

No recomiendo escribir, mejor lean, leer es un acto higiénico interesante. Generalmente, leemos los libros mas vendidos, acá o el exterior. Algunos se atreven a leer literatura universal, considero peligroso ese conjunto finito de libros; para cada persona, hay una media docena de libros que les resultaría interesante en el acto, son pocos los que se toman el trabajo de buscarlos. Muchos dicen que no tienen tiempo de leer ¿Por qué no lo hacen en el colectivo, en el subterráneo? Los que tienen auto no tienen ese privilegio, a lo sumo pueden escuchar audiobooks: no aconsejo esa practica, cuando un texto de apodera de nosotros, la vista se nos va de éste mundo, peor que manejar alcoholizado o dormido…

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